1/11/10

El Rompope

En está ocasión les voy  a contar la historia de una bebida tradicional de Puebla como lo es el Rompope. Ya habían pasado más de tres años desde la llegada de los misioneros franciscanos a América. Los indígenas eran pobres y esclavos de los criollos, sometidos por éstos para trabajar sus tierras. Los indios descalzos y los conquistadores, bien vestidos, asistían a las iglesias que ya se habían construido en la Nueva España pero sólo hasta después de unos años, porque en un principio los indígenas escuchaban misa en latín frente a las capillas abiertas que se construyeron en los patios de las iglesias con pisos de tierra.
Durante la homilía los olores se mezclaban en el ambiente y al terminar los oficios religiosos cruzaban la puerta del templo para volver cada quien a su verdadera posición. 



La iglesia logró mantener el control de toda la población, se inmiscuía en los asuntos políticos y por ello, los conventos eran los lugares, que con regularidad, recibían a autoridades eclesiásticas y personalidades del gobierno. Las monjas Clarisas eran expertas en alojar a figuras de alcurnia y cuando ello sucedía preparaban los mejores platillos y bebidas, entre ellas el rompope. Con un poco de leche, canela, huevos y azúcar creaban esta suculenta bebida que ofrecían a las visitas, pero ellas nunca la probaban.
Cuenta la leyenda que una mestiza  de nombre Eduviges que ya había hecho sus votos, aprendió muy bien la receta y después, en el convento de los franciscanos en la ciudad de Puebla de los Ángeles, ella era la encargada del rompope y como lo probaba de vez en cuando para darle la sazón especial, le platicaba a las otras monjas del sabor suave y rico del rompope. Más adelante se las arregló para que el rompope se hiciera también para consumo de las hermanas.
El rompope solamente se fabricaba en los conventos, Como ya se había dado el primer paso y su sabor fue tan aceptado por las familias de las monjas decidieron comercializarlo y en él, las monjas Clarisas encontraron un buen sustento para la congregación.
Desde la época virreinal la receta original se resguarda tras los muros de los conventos de Puebla, y aunque no es propia de los mexicanos, el rompope gusta tanto que desde hace años ya lo adoptamos como nuestro.Así pues, en las cocinas de los conventos virreinales se molieron en sus metates los más variados ingredientes que sazonaron, perfumaron y recibieron color de las flores, para formar uno de los más ricos mestizajes en México.A pesar de que si hay una receta para hacer Rompope, se supone que hay un ingrediente de la formula original que todavía se desconoce, pero aquí les doy la receta por si te animas prepararlo.

Ingredientes
  • 4 tazas de azúcar
  • 1/4 de taza de almendras
  • Ron al gusto. ( A mi me gusta sin alcohol, pero sin alcohol se debe de mantener refrigerado)
  • 6 tazas de leche
  • 5 yemas de huevo
  • un chirrito de vainilla
  • canela en raja al gusto. (Queda muy bien solo con una raja)
  • colorante amarillo para gelatina. (A mi no me gusta hecharle el colorante pero hay a quienes les gusta el color caracteristico del rompope. Uno puede elegir)


Preparación:
En la licuadora se muelen las almendras con un poco de leche hasta que no queden grumos.
La leche se pone a hervir y se agrega el azúcar y las almendras, incorporándolas lentamente con la pala de madera, recordando que solo se debe de mover hacia un solo lado. Retírese del fuego cuando este hirviendo.
Bata las yemas con el ron a punto de cordón y cuando estén listas, vierta las lentamente, incorporándolas con la pala hasta que quede una mezcla uniforme. 

Colar la bebida para eliminar cualquier grumo que se hubiera formado.
Si quieres, puedes agregar un poco de colorante para dar mas vista a la bebida.
Cuando enfríe, envasar en un recipiente de vidrio.

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